viernes, 28 de noviembre de 2008

¿Infidelidad?

Si lo confieso... He sido infiel al grupo... 

Esta tarde me he dejado llevar por la invitación de un amigo, Joan (Numerobis), para dar una vuelta con la moto.

En un principio no sabía que hacer... Mi grupo siempre sale los domingos... pero después de ver la previsión del tiempo para este fin de semana y la buena tarde que se quedaba me lancé a la aventura. Hay quien dice que en moto no hay mal tiempo, sino mal equipamiento, así que vestidos para la ocasión (traje de invierno riguroso, por si acaso) fui a buscar a mi compañero.

Joan es un compañero de trabajo que tiene la misma afición que yo por las motos. Cuando yo tenía la Aquila, él se decidió y compró (después de muchos años y una decisión casi descabellada) una Yamaha. Los dos juntos comenzamos a salir por las carreteras de los alrededores y se convirtió en una rutina el pasear todos los viernes por la tarde.

Después yo vendía la Aquila y me compré mi actual V- Strom. Fue en ese momento cuando empecé mi relación con todos los de "A comer, a casa". Joan se quedaba un poco al margen, su moto no era para autovías, no tengo tiempo, etc.

Poco tiempo después Joan se decidió y se compró una moto más potente: una GSR-600. Volvimos a salir y llegaron los días de comienzo de curso. Mis obligaciones con la Escuela, mis ensayos y conciertos con la Banda de Mayores hicieron que las tardes de los viernes no pudiera salir con él.

Todo esto hasta hoy. Día en el que hemos hecho la siguiente ruta: Segorbe - Castellnovo - Soneja - La VallUxó - Algar del Palancia (parada técnica para el café) - Segorbe. Total 67 km, con un maravilloso tiempo, soleado aunque un poco de viento.

Después de llegar a casa me pregunto ¿he sido infiel?... Si es así, espero que me perdonéis, pero creo que volveré a ser "infiel" en muchas ocasiones. Creo que vosotros también lo seréis en alguna ocasión y lo comentaréis a todos, pues poner los "dientes largos" a los compañeros también forma parte del universo motero.

Un saludo en V para todos.

domingo, 9 de noviembre de 2008

La "Jartá"

Domingo. 8 de la mañana. Cuando hasta las calles duermen, suena el despertador. Con gran trabajo lo apago y me asomo a la ventana. Hace un buen día. Genial, pienso, podremos tener una magnífica excursión con nuestras monturas.

Me pongo el traje de "romano" y voy a por la moto. Que no se me olvide la cámara (ayer ya estuvo un rato cargando la batería).

Mi moto me espera preparada para la ocasión.
Llego al punto de reunión. Alguna cara conocida y otra nueva. Las motos están allí, descansando ante lo que les espera. Tenemos el honor de compartir nuestra ruta con alguna insigne devoradora de asfalto.
Poco a poco los compañeros llegan y preparan sus máquinas.
En el grupo tenemos de todo: Custom, trail, scooter, clásicas... incluso la joya de la corona: un sidecar.
Emprendemos camino y decidimos hacer la siguiente ruta:



Segorbe - Soneja - Azuebar - Alfondeguilla - La Vall d´Uixó -Xilxes (parada técnica) - Artana - Eslida - Puerto de Eslida (parada técnica) - Chovar - Azuebar - Soneja - Segorbe.

Total 95 km. No está mal para unas horas con los amigos.

Llegamos a Xilxes.
El nombre del local era bastante clarificador de lo que nos esperaba dentro. 
La batalla que tuvimos que librar para conseguir terminar los platos fue digna de cualquier escena pantagruélica. Espero que pronto me hagan llegar las fotos (Héctor, las sigo esperando) pues tan solo tengo fotos de lo que parecía un banquete de bodas. La ley de Murphy (si algo puede salir mal, saldrá mal) demostró que sigue siendo implacable: la batería de la cámara (que estuvo toda la tarde cargándose) empezó a flaquear y no pude sacar fotografías a los platos que dan nombre a esta salida. La "Jartá" fue descomunal, muchos de nosotros caímos rendidos y nos preguntábamos que iba a pasar a la hora de la comida, pues las paellas familiares son muy frecuentes por estos lugares.
La vuelta fue por una carretera preciosa, entre montañas, con un puerto un poco "acongojante", sobre todo para mí, que todavía soy algo novato en estas lides. Nada más coronar el puerto hicimos una parada técnica (es lo que tiene ir con fumadores). 
Y disfrutamos de la carretera que nos quedaba por delante.

Después de unas cuantas curvas llegamos a casa y cumplimos con nuestro nombre "A comer, a casa", así que tendremos que esperar otra ocasión para disfrutar de la amistad que aparece entre hombres, máquinas y naturaleza.

Un saludo a todos.