domingo, 9 de noviembre de 2008

La "Jartá"

Domingo. 8 de la mañana. Cuando hasta las calles duermen, suena el despertador. Con gran trabajo lo apago y me asomo a la ventana. Hace un buen día. Genial, pienso, podremos tener una magnífica excursión con nuestras monturas.

Me pongo el traje de "romano" y voy a por la moto. Que no se me olvide la cámara (ayer ya estuvo un rato cargando la batería).

Mi moto me espera preparada para la ocasión.
Llego al punto de reunión. Alguna cara conocida y otra nueva. Las motos están allí, descansando ante lo que les espera. Tenemos el honor de compartir nuestra ruta con alguna insigne devoradora de asfalto.
Poco a poco los compañeros llegan y preparan sus máquinas.
En el grupo tenemos de todo: Custom, trail, scooter, clásicas... incluso la joya de la corona: un sidecar.
Emprendemos camino y decidimos hacer la siguiente ruta:



Segorbe - Soneja - Azuebar - Alfondeguilla - La Vall d´Uixó -Xilxes (parada técnica) - Artana - Eslida - Puerto de Eslida (parada técnica) - Chovar - Azuebar - Soneja - Segorbe.

Total 95 km. No está mal para unas horas con los amigos.

Llegamos a Xilxes.
El nombre del local era bastante clarificador de lo que nos esperaba dentro. 
La batalla que tuvimos que librar para conseguir terminar los platos fue digna de cualquier escena pantagruélica. Espero que pronto me hagan llegar las fotos (Héctor, las sigo esperando) pues tan solo tengo fotos de lo que parecía un banquete de bodas. La ley de Murphy (si algo puede salir mal, saldrá mal) demostró que sigue siendo implacable: la batería de la cámara (que estuvo toda la tarde cargándose) empezó a flaquear y no pude sacar fotografías a los platos que dan nombre a esta salida. La "Jartá" fue descomunal, muchos de nosotros caímos rendidos y nos preguntábamos que iba a pasar a la hora de la comida, pues las paellas familiares son muy frecuentes por estos lugares.
La vuelta fue por una carretera preciosa, entre montañas, con un puerto un poco "acongojante", sobre todo para mí, que todavía soy algo novato en estas lides. Nada más coronar el puerto hicimos una parada técnica (es lo que tiene ir con fumadores). 
Y disfrutamos de la carretera que nos quedaba por delante.

Después de unas cuantas curvas llegamos a casa y cumplimos con nuestro nombre "A comer, a casa", así que tendremos que esperar otra ocasión para disfrutar de la amistad que aparece entre hombres, máquinas y naturaleza.

Un saludo a todos.

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